3 malos hábitos que pueden afectar el bienestar de tu hijo

Los niños aprenden cómo sentirse acerca de sus cuerpos, habilidades, y todo en general – a través de lo que tú dices y haces. Son propensos a imitar tus acciones. La forma más poderosa para enseñar a tus hijos hábitos saludables no es recompensándolos o castigándolos. En su lugar, actúa de una manera positiva y  colócales comportamientos saludables como modelo.
Dar un buen ejemplo les ayudará a ser felices y mantener un peso saludable. ¿Debes cambiar algo en ti misma? Eso está bien. Pueden hacerlo juntos. Mientras tanto evita estos hábitos poco saludables que pueden llegar a perjudicar a tu hijo:

Criticarte
Criticar la manera en la que te ves envía el mensaje de que tu autoestima debe estar basada en “cómo te quedan tus jeans” o en “cuánto pesas”.
Los niños - especialmente las niñas - pueden ser influenciados por lo que escuchan a sus madres decir. Esto puede hacer que no les guste lo que vean en el espejo – lo que conduce a una vida de mala imagen corporal y problemas de autoestima. Ambos pueden empujarlos hacia hábitos poco saludables como dietas yo-yo o aumentar el riesgo de trastornos alimenticios peligrosos.

Comer emocionalmente
Si utilizas la comida para sentirte mejor cuando estás triste o decepcionada, podrías estar enviando mensajes poco saludables a tus hijos. Les estás mostrando que la comida es una manera de sentirse bien consigo mismo.
En cambio, deja que te vean hablando con amigos o ir a dar un paseo para sentirte mejor. Y es que los niños van a copiar hábitos saludables y no saludables por igual.

Enviar muchos textos, correos electrónicos y hablar mucho por teléfono
No es justo decirles a los niños que no utilicen sus teléfonos en la mesa si estás allí ensimismada con tu teléfono. Lo que haces es enviar un mensaje más fuerte que lo que dices. Establece reglas familiares acerca de del uso de aparatos electrónicos que incluya a todos los miembros de la familia por igual.
Los niños que pasan demasiado tiempo frente a las pantallas de un televisor o un teléfono a menudo tienen problemas con el sueño, el rendimiento escolar y problemas de peso. Pero los niños que cenan con la familia tienen un menor riesgo de obesidad.

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