1. El momento perfecto del día para ir al baño
Es recomendable escoger un momento específico del día para acostumbrar a tu hijo a ir al baño, preferiblemente antes de meterlo a bañar, sin darle opción a decidir, pero sin discutir ni forzar al pequeño, explicándole por qué y haciéndole entretenido ese nuevo momento para él. Así hasta establecer una primera rutina.
Una vez adoptada la rutina inicial, incorpora un segundo momento del día, en el que ahora le mostrarás detalles como aprender a tirar de la cadena, limpiarse él solo con la toallita, subirse al inodoro sin ayuda y abrir el grifo para lavarse las manos. Poco a poco espera que cada enseñanza sea asimilada antes de pasar al siguiente paso.
3. Quitar el pañal diurno
Los accidentes serán frecuentes en este momento, aunque poco a poco disminuirán. No retes al pequeño en estos casos y, sobre todo ten en cuenta no regresar al pañal aunque se produzcan estas situaciones. Para evitarlo, está pendiente y llévalo al baño cada dos o tres horas.
4. El control de las heces
El pequeño ya se ha habituado a una rutina de horarios, pero aunque se haya habituado a orinar, necesitará más tiempo y paciencia para hacer caca. El mejor momento para habituarse a este nuevo paso será después del desayuno, puedes ir aumentando el tiempo que se le sienta poco a poco. Continúa con la misma rutina unos quince días después de quitar el pañal de día, y empieza a estar preparada para quitar el pañal de la siesta, y tras otros quince días, el de la noche. El pañal de la noche se quita aproximadamente un mes o mes y medio después que el diurno.
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