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jueves, 15 de diciembre de 2016

10 consejos para evitar las infecciones en piscinas



Desde enrojecimientos en los ojos y en la piel, diarrea e infecciones de oído, las piscinas no sólo son sinónimo de verano y diversión, pues si no se toman precauciones las consecuencias de un inocente “chapuzón” en la piscina pueden ser bastante molestas y hasta fatales. Por eso hoy te traemos 10 consejos básicos para evitar infecciones producidas en las piscinas.

 

1  Evita a toda costa tragar agua de la piscina. El cloro no mata a todos los gérmenes al instante. Siempre hay una posibilidad de que estés nadando en agua parcialmente contaminada. Piscinas, parques acuáticos y tinas calientes todos plantean el mismo riesgo. Y aunque no lo creas tragar sólo un poco de agua contaminada puede enfermarte.

 

2 No abras los ojos debajo del agua, a menos que tengas algún tipo de protección como lentes acuáticos. El cloro que se agrega al agua de las piscinas con el fin de desinfectar y prevenir la proliferación de bacterias; también causa efectos secundarios que pueden terminar infectando los ojos, una de las zonas más sensibles del cuerpo cuando estamos bajo el agua.

 

3 Dúchate antes y después de meterte en la piscina. Es un paso que solemos evitar sin saber lo importante que resulta ser a la hora de evitar enfermedades. En un informe publicado en el año 2013 por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos se señaló que cada una de las personas antes de entrar a una piscina lleva consigo alrededor de 14 gramos de material fecal, de allí la importancia de ducharnos antes y después de salir de la piscina.

 

4 Presta mucha atención al lavado de tus manos porque cualquier bacteria en tus manos puede terminar siendo tragada si tocas tu boca o comida.

 

5 Es recomendable salir del agua al menos cada 60 minutos y para los niños estos descansos deberán ser cada media hora. Procura que de igual forma se duchen antes de volverse a meter de nuevo a la piscina.

 

6 El clima es algo a lo que no solemos prestar atención cuando vamos a la piscina, a menos que esté lloviendo a cántaros y esto arruine nuestra idea de meternos al agua. Pero según indican los especialistas los días más calurosos que siguen a pequeñas lloviznas pueden desencadenar la proliferación de bacterias. Así que a menos que tu piscina esté bajo techo es mejor que revises la calidad del agua antes de meterte.

 

7 Hay personas más sensibles que otras y si ya has experimentado problemas en tu oído después de haber tenido un día de piscina o de playa, lo más aconsejable es que uses tapones especiales para los oídos y evites posibles infecciones.

 

8 La piel húmeda durante tiempo prolongado favorece la aparición de hongos. Lo recomendable es que inmediatamente luego de salir de piscina cambies tu ropa por ropa seca.

 

9 Si notas al sumergirte que la piscina está cargada de cloro, lo mejor es que desista de ese baño ya que lo más probable es que te produzca enrojecimiento en la piel, sobre todo si eres de piel sensible.

 

10 Luego de disfrutar de tu día de piscina asegúrate de usar algún tipo de crema hidratante especial para pieles sensibles.